Había decidido cambiar, con todo lo que esto incumbe. Cambiar su vida. Cambiar su imagen. Cambiar sus hábitos. Alcohol. Nada en la nevera. Cambiar su origen. Cambiar el Norte. Cambiar su nombre. Cambiar. Olvidar la buhardilla dónde llevaba tanto tiempo olvidado. Olvidar. Tijeretazo al pequeño hilo que lo unía con el pasado. Renunciar al pasado, para cambiar el presente, para crear un futuro. Empezar de cero. Quizá no quería cambiar. No quería renovarse. No era renovarse o morir. Era volver a nacer o morir. Quizá era demasiado joven. Quizá tenía miedo. ¿Quién no teme a la muerte?
El 26 de enero de 2007 nació Poor Monkey. Había nacido para ser londinencamente famoso. Él lo sabía. Yo lo sabía. Salió a la calle, hambriento. No había comido nada en mucho tiempo, su estómago le gritaba. Candem. Yaki Soba. Nuevos amigos. Antes de ser londinencamente famoso tenía que conocer la ciudad. ¿Qué mejor que unos amigos guiris para conocer una ciudad? La verdad es que al pobre Poor Monkey (valga la redundancia) le venían muchas opciones a la cabeza, pero decidió elegir el camino más fácil. Se fue con sus nuevos amigos otakus a visitar la ciudad.
El 27 de enero de 2007 Poor Monkey decidió que necesitaba un trabajo. Así que decidió ir al Speaker’s Corner, y montar su propio negocio. No era un negocio muy original en ese momento, pero la verdad es que le funcionó bastante bien. Abrazos gratis. Colas y colas de londinenses, mezclados con individuos llegados de todo el mundo.
La gente le adoraba. Cada día aumentaba la demanda. Los demás speaker’s del Corner, abandonaron la esquina. Nadie los escuchaba. Nadie los veía. Sólo tenían ojos para el Pobre Poor Monkey. Pero llegó un día en que Poor Monkey no pudo controlar la situación, era demasiado para él, sintió como sus piernas fallaban. No podía levantar los brazos. Ya no podía abrazar. No podía hablar. Su corazón estaba parado, pero él lo oía latir con más fuerza que nunca. Estaba prisionero dentro si mismo. Y no podía hacer nada. Lo llevaron al hospital. Londres estuvo 3 días de luto. Flores, velas, pósters, lágrimas en cada esquina. Su historia dio la vuelta al mundo entero.
Lo disecaron por referéndum. Y ahora es feliz por decreto. Quería ser famoso. No quería morir. Quería liberarse de la buhardilla que le separaba del mundo en Sant Feliu de Codines, y lo consiguió. Un muerto viviente, una alma encarcelada dentro de un cuerpo disecado que se expone en la Tate Modern de Londres. Quizá no es el final feliz que muchos deseabais. Pero este es el final, este es su final. Mi final. London is not Hollywood.
"Poor Pirate Monkey"
Agnès Vidal
Sant Feliu de Codines, 2007
Rotulator on plastic
MAKING OFF:
El equipo técnico y Poor Monkey celebrando el éxito del film.
FICHA TÉCNICA
Dirección: Agnès Vidal
Países: España y Reino Unido
Año: 2007
Duración: 3 min
Interpretación: Poor Monkey como "Poor Monkey"
Guión: La castanyera
Fotografía: Agnès Vidal
Dirección artística: Jordi Quintana
Maquillage: Jordi Quintana & Noddles
Esta historia nunca hubiese sido posible sin Jose. Él fue el que rescató Poor Monkey de una muerte segura en la buhardilla de "Can Panxa". Sin él esta historia nunca habría pasado a la historia.
Esta histora va por Jose. ¡Y el copy right también hombre! ¡No sufras! ;)